SEMANA ANTES DE LA EPIFANÍA (Ciclo A) 2007-08
Domingo de la Sagrada Familia
Una familia que no encuentra su sentido si no es por su orientación hacia Dios.
La familia para unos es una realidad sagrada hacia la cual debe estar ordenada toda la sociedad. Para otros, la familia ha sido “superada”. Ellos aspiran a una relación más libre con los otros. La manera como nosotros nos situamos ante la familia dice finalmente nuestro proyecto de vida hacia los hombres. Ella toca así nuestra relación con Dios.
Así se nos presenta la “Sagrada Familia”, y la liturgia de hoy nos obliga a preguntarnos: ¿qué es la verdadera familia?
Primera Lectura (Eclo 3,3-7.14-17)
Cerca del siglo II a.C., Sirá, un judío ilustrado, nos da su visión de la familia. Es un “sabio”, es decir, un hombre reflexivo, pero sobre todo con experiencia, pero una experiencia que marcada por su ambiente. Por ella, el padre es eterno, pues los hijos deben asegurar su prolongación en el tiempo. La conducta de un hijo se mide por el respecto a sus padres ya ancianos. Él debe seguir humildemente sus consejos ilustrados. Esta es la garantía de una vida acertada.
Salmo 127
Impregnado por una concepción patriarcal de la existencia. El salmista canta el éxito de aquellos que caminan según el camino del Señor. Este camino consiste en la continuidad de la descendencia. Dios, a través de los siglos, teje la familia humana.
Segunda Lectura (Col 3,12-21)
Para Pablo, el camino de la existencia consiste necesariamente en una vida familiar. Él mismo ha renunciado a favor de una familia más grande, que es la Iglesia universal. Es a partir de una concepción más grande de las relaciones de amor entre los seres humanos como se describe lo que debe ser la familia cristiana. La sumisión del niño, en el contexto de esta su época, llama al respecto de los padres hacia sus hijos.
Evangelio (Mt 2,13-15.19-23)
Preocupado por mostrar como Jesús es el nuevo Moisés que hace nacer al pueblo a través de un nuevo Éxodo, Mateo insiste sobre la significación simbólica de la huída a Egipto, pero sobretodo de su regreso. A través de aquél, él nos presenta un padre al servicio del plan de Dios sobre Jesús. José, el padre modelo de la Sagrada Familia, no es más que el guardián del hijo. Él es el responsable delante de Dios.
Lunes 31 dic (Día VII de la octava de navidad)
La fe cristiana es sobre todo, acogimiento del misterio de la encarnación, es decir, del nacimiento humano del Hijo de Dios Salvador de todo el universo. Por esta fe y por esta aceptación con fe llegamos a ser “miembros de Cristo”.
Primera lectura (1 Jn 2,18-21)
El anticristo es aquel que se opone a Cristo Jesús, que reniega de él y no lo reconoce. Y es la “unción” del Espíritu, el don del Espíritu Santo, que lo revela como Hijo de Dios y que hace adherirnos a él. Si falta esta adhesión, sólo exteriormente o en apariencia pertenecemos a la Iglesia.
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